• Esto es un tio que hace un mes que esta por el desierto con un camello, y el tio esta tope amargado porque ya ni se acuerda de como se pega un clavo, y a eso que se le ocurre de tirarse al camello. Pues nada, el tio busca un piedra para subirse encima, apunta al orificio del camello, y el camello que se las pira. El tio lo vuelve a intentar, pero nada, y asi se un dia tras otro. A eso que en uno de sus intentos, llega a un oasis donde encuentra una tia increible en pelotas, y con unas increibles ganas de hacer el amor, y le dice:

    - Oye, quieres que te haga un favor ?

    A lo que el tio responde:
    - Pues si, porque no me aguantas el camello
  • ¿A que no sabéis de dónde viene el palito que se pone en medio del siete?
    Incluso en nuestros días, muchas personas, cuando escriben el número 7 lo hacen utilizando una barra horizontal suplementaria en la mitad de la cifra.

    La mayor parte de las tipografías lo han hecho desaparecer en nuestros días, como puede constatar pulsando la tecla de su teclado: 7.
    Pero, ¿sabe por qué ha sobrevivido esta barra hasta nuestros días?
    Hay que remontarse muchos siglos atrás, a los tiempos bíblicos. Cuando Moisés estaba en el Monte Sinaí, y le fueron dictados los 10 Mandamientos, él, en voz alta, los fue diciendo a la multitud uno a uno. Cuando llegó al séptimo, Moisés anunció
    "No desearás a la mujer del prójimo"
    Y entonces numerosas voces se alzaron gritando:

    "¡¡¡¡ Tacha el siete, joder, tacha el siete!!!!"
  • En un pueblo van a botar la barca nueva. El pescador avisa al
    cura para que la bautice:

    -¿Qué nombre le vas a poner, hijo?.
    -Pues yo había pensado, señor cura, en "Que Pesque Dios".
    -No, hijo mío, no me parece un buen nombre. Piensa en otro.
    -Pues entonces "Remedios", señor cura.
    -Eso está mejor. ¿Es quizá el nombre de alguna pariente tuya?.
    -No, es que hemos pensado que ya que no pesca, al menos que reme.
  • Una señora al doctor.- Mire doctor. No se como ponerme en la cama:
            Si me pongo boca abajo, se me suben los pulmomes
            Si me pongo de un lado, se me sube el higado.
            Si me pongo del otro lado se me suben los riñones.
    Ah! Lo tiene fácil, pongase boca arriba.
    NO. QUE ENTONCES SE ME SUBE MI MARIDO.
  • El recién casado regresa a casa de sus padres mediada la noche de bodas.
    La madre se levanta sorprendida a más no poder:
    - ¿Qué pasó, hijo mío??
    - Verás, mamá... la dejo porque es virgen.
    - ¡Bien hecho, hijo! Lo que los demás no quieran, tú no lo has de aceptar.


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